Mundos Imaginarios

La «Ficción Especulativa» es el paraguas que cubre todas esas historias que responden a la pregunta «¿Qué pasaría si…?». Aunque el cine las ha popularizado, la literatura ofrece una variedad inmensa de subgéneros. Aquí te explicamos los más importantes para que sepas qué leer a continuación.

En el reino de la Fantasía Aquí la magia y lo sobrenatural son las reglas del juego.

  • Alta Fantasía (High Fantasy): Historias épicas que ocurren en mundos completamente inventados, con sus propias reglas físicas, razas (elfos, orcos) y mapas. El destino del mundo suele estar en juego.
    • Ejemplo: El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien.
  • Fantasía Urbana: La magia irrumpe en nuestro mundo moderno y real. Vampiros viviendo en Nueva York o magos detectives en Londres.
    • Ejemplo: Cazadores de Sombras o Harry Potter (que empieza en el mundo real).
  • Fantasía Oscura (Grimdark): Historias donde la magia existe, pero el mundo es brutal, violento y moralmente ambiguo. No hay héroes puros, solo supervivientes.
    • Ejemplo: Canción de Hielo y Fuego (Juego de Tronos) de G.R.R. Martin.

En el universo de la Ciencia Ficción Aquí la «magia» se reemplaza por tecnología, ciencia y futuro.

  • Distopía: Presenta una sociedad futura indeseable y opresiva, generalmente bajo regímenes totalitarios o tras desastres ecológicos. Sirve como crítica social.
    • Ejemplo: 1984 de Orwell o Los Juegos del Hambre.
  • Space Opera: Aventuras melodramáticas a gran escala en el espacio exterior. Imperios galácticos, batallas de naves y romance interestelar.
    • Ejemplo: Dune de Frank Herbert.
  • Cyberpunk: Un futuro cercano de alta tecnología pero baja calidad de vida («High tech, low life»). Corporaciones malvadas, neón, hackers e inteligencia artificial.
    • Ejemplo: Neuromante de William Gibson.

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